¿Has notado que tu coche pierde potencia o que el testigo del motor se enciende de repente? En Andaluza de Inyección, sabemos que un pequeño componente como el sensor de presión diferencial puede estar detrás de estos problemas, afectando el filtro de partículas (DPF). Aquí te explicamos, con ejemplos claros y un lenguaje directo, qué es este sensor, cómo influye en el DPF, los síntomas de que algo va mal y por qué puede causar fallos en el sistema de escape. Queremos que entiendas cómo mantener tu vehículo en plena forma y evites averías costosas.
¿Qué es el sensor de presión diferencial?
Un vigilante del DPF
El sensor de presión diferencial mide la diferencia de presión de los gases de escape antes y después del filtro de partículas. Esta información le dice a la centralita del coche si el DPF está obstruido o funcionando correctamente.
Su papel en el motor
El DPF atrapa las partículas de hollín para reducir emisiones, pero necesita regenerarse quemando ese hollín. El sensor ayuda a decidir cuándo y cómo hacer esa regeneración, manteniendo el sistema de escape eficiente.
Ubicación en el vehículo
Suele estar conectado al DPF mediante dos tubos pequeños, cerca del sistema de escape. En Andaluza de Inyección, revisamos este componente en muchos vehículos diésel, donde es clave.
Síntomas de un sensor de presión diferencial defectuoso [H2]
Pérdida de potencia
Si el sensor falla, la centralita puede pensar que el DPF está bloqueado y limitar la potencia del motor, haciendo que el coche se sienta lento, como si no respondiera al acelerar.
Testigo del motor encendido
Un sensor defectuoso envía datos erróneos, lo que activa la luz de avería en el salpicadero. En España, un 20% de los fallos relacionados con el DPF están ligados a este sensor, según datos de talleres.
Regeneraciones frecuentes o incompletas
Si el sensor no mide bien la presión, el DPF puede intentar regenerarse demasiado a menudo o no terminar el proceso, aumentando el consumo de combustible y el riesgo de obstrucción.
¿Por qué genera errores en el sistema de escape?
Datos incorrectos a la centralita
Un sensor sucio o averiado envía información falsa sobre la presión, lo que confunde al sistema y puede forzar al DPF a trabajar de forma ineficiente o incluso apagarse.
Acumulación de hollín
Si el sensor no detecta bien la obstrucción, el DPF no se regenera correctamente, acumulando hollín hasta bloquearse, lo que afecta el rendimiento del motor y las emisiones.
Cómo mantener el sensor y el DPF en buen estado
Conducción adecuada
Conduce a velocidad constante en carretera al menos una vez al mes para ayudar al DPF a regenerarse. Esto evita que el sensor detecte obstrucciones innecesarias.
Revisiones periódicas
En Andaluza de Inyección, recomendamos revisar el sensor y el DPF cada 20.000 km o durante el mantenimiento anual para detectar problemas antes de que se agraven.
Limpieza profesional
Si el sensor está sucio, una limpieza especializada puede restaurar su funcionamiento. Para casos graves, puede ser necesario reemplazarlo para evitar fallos en el sistema de escape.
Qué pasa si ignoras los problemas del sensor
Averías más costosas
Un sensor defectuoso puede dañar el DPF o incluso el motor, llevando a reparaciones que superan los
1.000 euros en algunos vehículos diésel, según estimaciones de talleres.
Hacia un sistema de escape más eficiente
Cuidar el sensor de presión diferencial es clave para que el filtro de partículas funcione como debe y tu coche rinda al máximo. Con hábitos como conducir de forma adecuada, hacer revisiones regulares y estar atento a los síntomas de fallo, puedes evitar problemas en el sistema de escape. Mantener estos componentes en buen estado no solo mejora el rendimiento de tu vehículo, sino que también te ahorra dolores de cabeza y dinero en el taller.
¿Tu coche diésel muestra síntomas como pérdida de potencia o regeneraciones raras? En Andaluza de Inyección, revisamos tu sensor de presión diferencial y DPF para que todo funcione como debe.
¡Contáctanos y te ayudamos a evitar averías!
Deja una respuesta