En alguna ocasión hemos señalado que el motor es el corazón del coche. Pues bien, en ese caso, la centralita viene a ser el cerebro del mismo. Este sistema, cuyo nombre oficial es Unidad de Control Electrónico (ECU, por sus siglas en inglés) trabaja como un pequeño ordenador que controla diversas funciones del vehículo. Pero, ¿Cómo funciona la centralita del motor de tu coche? ¿Qué hacer si se presenta una avería? Descúbrelo a continuación.
¿Qué es una centralita de motor?
En la industria del automóvil el término “centralita” o ECU se refiere a los sistemas que procuran el buen desempeño del vehículo. Si nos enfocamos específicamente en la centralita del motor, estamos ante un elemento de suma importancia, que se encarga de gestionar aspectos relacionados a la combustión interna.
Una centralita de motor cumple la función de controlar la cantidad de carburante que se consume durante la combustión. También mide los niveles de emisión de gases y el régimen de ralentí. Si es un coche de gasolina, controla la generación de la chispa para encenderlo. Se encarga además de gestionar los accesorios del motor utilizando datos almacenados digitalmente y tablas numéricas.
Una centralita moderna puede incluir un procesador de 32 bits y 40 MHz. Puede que eso no suene tan potente en comparación con un ordenador, cuyo procesador ofrece entre 500 y 1000 MHz. Sin embargo, ten en cuenta que una ECU de automóvil se ejecuta en un código mucho más eficiente. De hecho, el código promedio de una centralita de motor ocupa menos de 1 MG.
De modo simplificado, la ECU es una unidad electrónica que tiene a su cargo el control de todos los parámetros del motor, a fin de lograr un funcionamiento óptimo del coche.
¿Cómo funciona la centralita del motor?
La centralita del motor funciona procesando datos y realizando ajustes de manera continua. Para ello, obtiene información valiéndose múltiples sensores como el flujo de aire, presión del turbo, presión y temperatura del aceite, revoluciones de motor, entre otros; y en paralelo detecta fallos que puedan ser motivo de una avería.
Recordemos que el motor de combustión interna es, a grandes rasgos, una gran bomba de aire que se alimenta de combustible. Mientras succiona el aire, debe proporcionar la cantidad de combustible necesaria para garantizar el funcionamiento del motor. Por otro lado, la mezcla de aire y combustible debe ser equilibrada y proporcionalmente correcta. Este nivel de control del motor solo es posible a través de una ECU o centralita.
Algunas de las variables que procesa una ECU para obtener una mezcla adecuada son:
- Carga de motor.
- Temperatura del anticongelante.
- Temperatura del aire.
- Temperatura del combustible.
- Calidad del combustible.
- Masa de aire.
- Presión del aire.
- Régimen del motor.
Áreas de operación de una centralita de motor
Una ECU incorpora diversas áreas de operación. La primera de ellas es la entrada, que incluye sensores de temperatura, de presión, señales de encendido y apagado, etc. Aquí también se consideran las solicitudes del módulo del sistema de frenos antibloqueo (ABS).
La fase siguiente es el procesamiento de los datos, que determinará la salida más adecuada en base a la lectura del software. En esta área, el procesador también registra su propia información, incluyendo los ajustes de mezcla aprendidos y el kilometraje.
Por último, tenemos la gestión de la energía. Al gestionar múltiples sensores, la ECU debe suministrar el voltaje más adecuado a cada componente del coche. Esto se podría traducir en 5 voltios constantes para los sensores hasta más de 200 voltios para los circuitos de los inyectores de combustible.
Algunas centralitas generan salidas con más de 30 amperios, lo que produce mucho calor. Es por ello que estos mini ordenadores deben ser diseñados con una buena gestión térmica.
Detectando averías en la centralita del motor
La centralita del motor no está libre de fallos. Por suerte, es posible detectar que algo no anda bien a través de ciertas incidencias. Por ejemplo, si el motor no arranca o lo hace con dificultad, el ralentí es inestable o pierdes aceleración, es posible que registres una avería. Lo mismo sucede si notas un rendimiento reducido, un consumo de combustible exagerado o escuchas pequeñas detonaciones en el motor. En este artículo comentamos más a detalle cómo saber si está fallando la centralita.
Los fallos en la centralita pueden estar motivados por múltiples factores. Estos son los más comunes:
- Contacto con el agua.
- Sobrecarga de tensión.
- Rotura de la placa.
- Instalación defectuosa.
- Daños en el cableado.
- Errores de programación.
- Temperaturas elevadas.
¿Qué hacer ante una avería de la centralita del motor?
Ante la mínima sospecha de fallos o averías en la ECU te recomendamos acudir a tu taller mecánico de confianza. Lo más recomendable es que este taller tenga un laboratorio de reparación electrónica de calidad. Esta instalación hace posibles soluciones como la clonación de la centralita en caso de que no sea posible recuperar la información, o en su defecto, la sustitución del módulo de control por uno nuevo.
Si te encuentras en Sevilla o en lugares cercanos y experimentas incidencias con la centralita del motor, visítanos en Andaluza de Inyección. Contamos con las herramientas necesarias para reparar averías y ofrecer la mejor solución para ti.
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